Prof. Celeste Braga Beatove
Suele asociarse el derecho a un conjunto de
normas escritas. Sin embargo, si se observa con detenimiento, es fácil advertir
que se trata de un fenómeno algo más complejo. Involucra, además de normas, una infinidad de
prácticas que se despliegan en el marco de un entramado institucional en el que
se les da sentido a esos textos, a través del lenguaje y de acciones que se
llevan a cabo a partir de la forma en que entendemos dichas prácticas a lo
largo del tiempo.
En ese marco de complejidad, el abanico de
posibilidades de un egresado en Derecho puede ser muy amplio. Así, un abogado
puede ser juez, legislador, asesor, trabajar en el brazo ejecutivo del Estado,
ejercer la profesión de forma liberal en sus diversas ramas, pertenecer al
departamento de legales de una empresa, dedicarse al litigio de interés
público, abocarse a la investigación, a enseñar, etc. Cada uno de esos roles suponen diferentes
formas de acercarse, pensar, analizar, decidir y actuar en torno al derecho. Un
egresado debe tener conocimientos y habilidades suficientes para desempeñarse
en cualquiera de estas, sea el rol que elija.
¿Cuál
es, entonces, la forma más adecuada de enseñanza del derecho dadas sus
características de complejidad, evolución, diversidad, etc.? ¿Cómo educar
profesionales exitosos en todos los juegos que la profesión admite? Realizar la
acción correcta en el momento correcto supone comprender la práctica. Y comprenderla
significa ir más allá del estudio de los textos y de la aprehensión de
herramientas que nos permitan, luego, salir al juego. Significa experimentarlo,
jugarlo.
El
plan de estudios de nuestra Facultad ofrece diversas instancias educativas en
las que los estudiantes pueden experimentar el derecho. Cuenta con 5 cursos
específicos donde los estudiantes se desarrollan en diversos aspectos de la
práctica profesional, varios talleres que les permiten profundizar en el
ejercicio práctico de diferentes ramas del derecho, y materias electivas que
buscan promover mayor expertise en
diversos ámbitos de la práctica jurídica.
Finalmente,
dos Clínicas Jurídicas -vinculadas a temas de Interés Público y de Libertad de
expresión- ofrecen un espacio distintivo en el que los estudiantes pueden
participar en el litigio de casos reales con la guía de profesores expertos en
esas áreas. Se trata, en definitiva, de ofrecerles contenidos jurídicos, valores,
herramientas para el pensamiento crítico, y experiencia en torno al Derecho.